martes, 21 de octubre de 2008

Erik Spoelstra, al calor del desafío


Mucho han cambiado las cosas desde que los Miami Heat recibieran en el American Airlines Center el trofeo que los acreditaba como campeones de la NBA del año 2006. En el recuerdo perdurará cómo fueron capaces de sobreponerse a un 2-0 adverso, para finiquitar las series con cuatro victorias consecutivas, poniendo el punto y final a uno de los comebacks más impredecibles y difíciles de explicar de las últimas décadas.


Pero no es menos cierto, que este pasado reciente no ha dejado de entremezclarse con la última temporada, donde acabaron hundidos en el pozo de la Conferencia Este tras diferentes idas y venidas en forma de problemas físicos (Wade), traspasos (O'Neal) y apuestas arriesgadas que resultaron fallidas (Smush Parker, Penny Hardaway, Ricky Davis).


El nuevo horizonte parece que será protagonizado por una buena dosis de savia nueva, entre la que se encuentra el head coach Erik Spoelstra.


Su nombre no nos dice mucho en un primer momento, pero seguro que en cuanto observamos una fotografía pronto se nos vendrán a la mente alguna frase parecida a: “sí, es el chico que año tras año se ve en el banquillo de los Heat tomando notas”. Porque, con esta, serán catorce las temporadas al servicio de la franquicia alojada en el Estado de Florida.


Spoelstra, es un apasionado de nuestro juego, y su vida ha girado en torno al baloncesto en mayor o menor medida y a diferentes niveles. Hijo de ejecutivo (Jon Spoelstra, trabajó para Blazers, Nuggets y Nets); atrás quedan ya sus años como jugador en la Universidad de Portland, o su breve experiencia como profesional en el baloncesto alemán.


Desde su llegada a la organización en 1995 ha saboreado las dos etapas más importantes que los Heat han tenido en la liga: el emerger como nueva potencia en el Este durante esa segunda mitad de la década de los noventa, y el anillo del 2006. Así como algún que otro varapalo, pero ningún año tan extraño, difícil y pobre en lo deportivo como la campaña 07/08.


Los cometidos que ha ido desempeñando a lo largo de más de una década, atraviesan todos los estratos posibles de las labores del cuerpo técnico, por lo que su preparación roza la más absoluta de las perfecciones. Coordinador de vídeo, advanced scout, entrenador asistente y director de scouting. Además de trabajar en programas de mejora individual con los jóvenes jugadores, colaborar en el desarrollo de aplicaciones informáticas aplicadas a la estadística y el juego, y ser el responsable principal del banquillo en alguna de las recientes Summer Leagues. Famosos son los documentos de 50 y 60 páginas que preparaba a sus superiores para ayudar a proyectar el game plan a seguir cada noche en función del rival.


Los que le conocen no dudan en hablar de su talento y capacidad de trabajo; así lo expresaba Stan Van Gundy allá por el año 2001, cuando ambos eran compañeros de staff:


“Erik has that something special. Players, even at this highest level, respond to him because he knows what he’s doing and has a real passion for the game.

“He’s got the whole package. He has ideas, he knows personnel, he has a good eye for talent, and he’s got an incredible work ethic to go with his passion for the game. His career is ready to take off.”


Y no se equivocaba, pues su carrera ya ha dado el gran salto con este nuevo nombramiento.


Fiel y leal a la figura de Pat Riley, es conocedor y consciente de que sólo a él le debe la oportunidad que ahora potencia su carrera y lo convierte en el entrenador jefe más joven de toda la NBA. Manifestando su profunda admiración para con su mentor y sus métodos de trabajo en más de una ocasión:


“I feel fortunate to have been able to work for a great leader, a Hall of Famer and someone who has been a great mentor to me for 13 years.”


“Pat Riley treats his staff terrific, and he drives you to be your best.

He is the most prepared coach I’ve ever seen, very detail-oriented. He’s a leader who has a clear vision of what he wants and delegates authority.”


“When you work for Pat Riley, you’re not just putting your hands on the basket and hanging out during practice. He puts you in positions where you have to coach. You have to be enthusiastic and fierce with your preparation and work ethic.”


Desconociendo las constantes vitales de las que dependerá su estilo, todo parece indicar que su pensamiento pasa por mantener el ideario defensivo que Pat Riley supo hacer llegar; siendo la parcela ofensiva donde desarrollará una creación más original.


Con todo, no podrá escapar ni atrapar el fantasma de lo sucedido años atrás con su íntimo amigo Stan Van Gundy. Al fin y al cabo, guardan ciertas similitudes a la hora de llegar al más alto cargo que un banquillo NBA ofrece, incluso los elogios y declaraciones de retiro definitivo que su mentor hacía llegar a la prensa. Las palabras que ha utilizado esta vez fueron: “Today, I’m sure that I don’t want to do it anymore. I’m officially retired.”


Con Randy Pfund lejos ya del cargo del GM, ¿se centrará el gran maestro únicamente en las labores de despacho? Es de suponer que lo que nos muestre el inicio de la temporada, hará que se repita esta pregunta más o menos veces de lo estrictamente necesario.


Si se desarrolla todo con normalidad, con el paso del tiempo, nuestro protagonista quizá pueda llevar a cabo otra de sus metras: desarrollar el baloncesto en Filipinas, el país de donde es originaria su madre. Pero ahora, tendrá que poner todo su empeño y tesón en la actual situación de los Heat, para devolverles cuanto antes al lugar que les permita luchar para alcanzar la gloria nuevamente.


Decía Descartes, que “los jóvenes son como las plantas: por los primeros frutos se ve lo que podemos esperar para el porvenir”. Tan sólo queda esperar que lo que se decidió plantar tenga del agua (confianza) y nutrientes (paciencia) suficientes como para desarrollar esos frutos.

4 comentarios:

Álvaro Martínez @alvarom dijo...

Sospresa sorpresa, lo que se encuentra uno.

Edgar Paz dijo...

Cosas que pasan... xDD.

Un abrazo, Álvaro.

Anónimo dijo...

Bonito articulo Edgar . Como siempre es un placer leerte al igual que escucharte en las tertulias. Un saludo desde Eibar.

Edgar Paz dijo...

Muchas gracias.

Saludos