sábado, 25 de octubre de 2008

¿Cuánto vale un mate sobre Greg Oden?

Esto mismo es lo que se debieron preguntar Kevin Martin y Mike Moore antes de enfrentarse a los Blazers la semana pasada en un partido de pretemporada. Ya que ambos jugadores acordaron una apuesta, por la cual, el primero que consiguiera hundir el balón ante la presencia del ex-jugador de Ohio State se llevaría 1.000$. No deja de ser curioso que los protagonistas del acuerdo sean dos jugadores que recién acaban de firmar jugosos contratos en la capital del Estado de California.

Lo cierto, es que además del mate, la jugada es un visible despliegue de talento y técnica invidual en el 1x1 digno de contemplar.



Dicha acción, daría que hablar al término del partido; una buena oportunidad para que Martin bromeara al respecto en unas declaraciones al Sacramento Bee: "I'm glad they were there. I got a little richer today."

No deja de ser un juego entre compañeros, un pequeño reto dentro del vestuario, tan comunes en el universo NBA. Sin ir más lejos, la apuesta de tiro entre Gilbert Arenas y DeShawn Stevenson fue ampliamente comentada el año pasado. Y de un modo parecido no es raro ver como jugadores importantes han tenido que rascar la billetera para recuperar su dorsal de siempre al llegar a un nuevo destino: Allen Iverson en los Nuggets, Antoine Walker tras su retorno a los Boston Celtics o Lamar Odom al aterrizar en los Lakers.

Más allá de lo vanal de una apuesta y la curiosidad que pretendo reflejar, quizá podamos ir más allá y valorar lo que la figura de Greg Oden puede llegar a suponer para la NBA en el futuro más cercano. Un chico que todavía no ha jugado un minuto oficial como profesional, es digno reto para algunos ya más curtidos. La expectación creada hace un año, y frustada por una desafortunada lesión, se mantiene igual de viva. Ahora sólo tenemos que esperar y valorar si realmente podemos asistir a esa esperada eclosión.

Una explosión sobre la que más de uno tiene dudas, como se puede desprender de un análisis que aparecía recientemente en la web de Sports Illustrated.

Como siempre, será el tiempo quién de o quite razones. Lo que si podemos ir haciendo es preparándonos para disfrutar.

jueves, 23 de octubre de 2008

Robert Vaden: "The Pure Shooter"

Siempre se ha afirmado que en el baloncesto lo único verdaderamente importante es que la pelota pase por el aro, porque el destino final de cada una de las posesiones que se disputan es sumar puntos. Quizá por eso el tirador es de todos, el especialista más dependiente de esta máxima, y que hace de ella su verdadera existencia. Porque ante el fallo la crueldad no tiene piedad con él, aún a sabiendas que su única misión es esa: ejecutar el lanzamiento.

De ahí que haya pocos momentos que puedan igualar al que vive un tirador cuando está en racha; esos instantes en donde ve el aro como un inmenso océano en el cual sumergir todos y cada uno de los balones que a sus manos llegan.

En la Universidad de Alabama Birmingham (UAB), son afortunados, pues pueden contemplar esta instantánea de forma más común que en cualquier otro lugar de los Estados Unidos. Ya que para los Blazers juega Robert Vaden.

Tras su año en blanco, tal y como dictan las normas NCAA después de "transferirse" de universidad (en este caso desde Indiana acompañando a su entrenador Mike Davis), la temporada pasada era la de su regreso a las pistas. Vaden, pulverizó varios records individuales del equipo (anotación, triples intentandos y triples convertidos en una temporada). Dejando un buen puñado de actuaciones para el recuerdo -17 encuentros con 20 puntos o más, y otros cuatro alcanzando o superando la treintena- entre las que destaca la contemplada en Louisville, para derrotar a los Kentucky Wildcats. En un partido que la ESPN retransmitía para toda la nación.

http://uabsports.cstv.com/sports/m-baskbl/stats/2007-2008/uab12.html

Tiene una capacidad innata para armar el lanzamiento, una colocación de los pies impecable en cualquiera de las situaciones del juego y un equilibrio en la suspensión magistral. Además de moverse excelentemente sin balón buscando la salida de los bloqueos o la posibilidad de emerger como hombre abierto listo para ejecutar el tiro. No es rápido, ni atlético, ni fuerte; pero dadle un balón más allá del arco que él lo transformará en tres puntos.




martes, 21 de octubre de 2008

Erik Spoelstra, al calor del desafío


Mucho han cambiado las cosas desde que los Miami Heat recibieran en el American Airlines Center el trofeo que los acreditaba como campeones de la NBA del año 2006. En el recuerdo perdurará cómo fueron capaces de sobreponerse a un 2-0 adverso, para finiquitar las series con cuatro victorias consecutivas, poniendo el punto y final a uno de los comebacks más impredecibles y difíciles de explicar de las últimas décadas.


Pero no es menos cierto, que este pasado reciente no ha dejado de entremezclarse con la última temporada, donde acabaron hundidos en el pozo de la Conferencia Este tras diferentes idas y venidas en forma de problemas físicos (Wade), traspasos (O'Neal) y apuestas arriesgadas que resultaron fallidas (Smush Parker, Penny Hardaway, Ricky Davis).


El nuevo horizonte parece que será protagonizado por una buena dosis de savia nueva, entre la que se encuentra el head coach Erik Spoelstra.


Su nombre no nos dice mucho en un primer momento, pero seguro que en cuanto observamos una fotografía pronto se nos vendrán a la mente alguna frase parecida a: “sí, es el chico que año tras año se ve en el banquillo de los Heat tomando notas”. Porque, con esta, serán catorce las temporadas al servicio de la franquicia alojada en el Estado de Florida.


Spoelstra, es un apasionado de nuestro juego, y su vida ha girado en torno al baloncesto en mayor o menor medida y a diferentes niveles. Hijo de ejecutivo (Jon Spoelstra, trabajó para Blazers, Nuggets y Nets); atrás quedan ya sus años como jugador en la Universidad de Portland, o su breve experiencia como profesional en el baloncesto alemán.


Desde su llegada a la organización en 1995 ha saboreado las dos etapas más importantes que los Heat han tenido en la liga: el emerger como nueva potencia en el Este durante esa segunda mitad de la década de los noventa, y el anillo del 2006. Así como algún que otro varapalo, pero ningún año tan extraño, difícil y pobre en lo deportivo como la campaña 07/08.


Los cometidos que ha ido desempeñando a lo largo de más de una década, atraviesan todos los estratos posibles de las labores del cuerpo técnico, por lo que su preparación roza la más absoluta de las perfecciones. Coordinador de vídeo, advanced scout, entrenador asistente y director de scouting. Además de trabajar en programas de mejora individual con los jóvenes jugadores, colaborar en el desarrollo de aplicaciones informáticas aplicadas a la estadística y el juego, y ser el responsable principal del banquillo en alguna de las recientes Summer Leagues. Famosos son los documentos de 50 y 60 páginas que preparaba a sus superiores para ayudar a proyectar el game plan a seguir cada noche en función del rival.


Los que le conocen no dudan en hablar de su talento y capacidad de trabajo; así lo expresaba Stan Van Gundy allá por el año 2001, cuando ambos eran compañeros de staff:


“Erik has that something special. Players, even at this highest level, respond to him because he knows what he’s doing and has a real passion for the game.

“He’s got the whole package. He has ideas, he knows personnel, he has a good eye for talent, and he’s got an incredible work ethic to go with his passion for the game. His career is ready to take off.”


Y no se equivocaba, pues su carrera ya ha dado el gran salto con este nuevo nombramiento.


Fiel y leal a la figura de Pat Riley, es conocedor y consciente de que sólo a él le debe la oportunidad que ahora potencia su carrera y lo convierte en el entrenador jefe más joven de toda la NBA. Manifestando su profunda admiración para con su mentor y sus métodos de trabajo en más de una ocasión:


“I feel fortunate to have been able to work for a great leader, a Hall of Famer and someone who has been a great mentor to me for 13 years.”


“Pat Riley treats his staff terrific, and he drives you to be your best.

He is the most prepared coach I’ve ever seen, very detail-oriented. He’s a leader who has a clear vision of what he wants and delegates authority.”


“When you work for Pat Riley, you’re not just putting your hands on the basket and hanging out during practice. He puts you in positions where you have to coach. You have to be enthusiastic and fierce with your preparation and work ethic.”


Desconociendo las constantes vitales de las que dependerá su estilo, todo parece indicar que su pensamiento pasa por mantener el ideario defensivo que Pat Riley supo hacer llegar; siendo la parcela ofensiva donde desarrollará una creación más original.


Con todo, no podrá escapar ni atrapar el fantasma de lo sucedido años atrás con su íntimo amigo Stan Van Gundy. Al fin y al cabo, guardan ciertas similitudes a la hora de llegar al más alto cargo que un banquillo NBA ofrece, incluso los elogios y declaraciones de retiro definitivo que su mentor hacía llegar a la prensa. Las palabras que ha utilizado esta vez fueron: “Today, I’m sure that I don’t want to do it anymore. I’m officially retired.”


Con Randy Pfund lejos ya del cargo del GM, ¿se centrará el gran maestro únicamente en las labores de despacho? Es de suponer que lo que nos muestre el inicio de la temporada, hará que se repita esta pregunta más o menos veces de lo estrictamente necesario.


Si se desarrolla todo con normalidad, con el paso del tiempo, nuestro protagonista quizá pueda llevar a cabo otra de sus metras: desarrollar el baloncesto en Filipinas, el país de donde es originaria su madre. Pero ahora, tendrá que poner todo su empeño y tesón en la actual situación de los Heat, para devolverles cuanto antes al lugar que les permita luchar para alcanzar la gloria nuevamente.


Decía Descartes, que “los jóvenes son como las plantas: por los primeros frutos se ve lo que podemos esperar para el porvenir”. Tan sólo queda esperar que lo que se decidió plantar tenga del agua (confianza) y nutrientes (paciencia) suficientes como para desarrollar esos frutos.